Lunes, 14 de julio de 2025
reivindica la monarquía constitucional y apela a "combinar el cambio con la tradición"
Feijóo proclama que él "nunca renunciaría" a representar a Galicia en una Ofrenda marcada por la ausencia del alcalde
La tradicional Ofrenda al Apóstol en la Catedral de Santiago ha estado marcada este año por la ausencia del alcalde, Martiño Noriega, de Compostela Aberta, en la Misa, en la que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, le ha enviado un mensaje velado: él "nunca renunciaría" a representar a su tierra en el Día de Galicia.
Feijóo, quien se ha convertido este sábado en el primer delegado regio del mandato de Felipe VI, que el año pasado acudió al evento con la reina Letizia, ha reivindicado que la Ofrenda se celebra desde 1643, con un "incomparable arraigo popular", y ha sentenciado que para él es "un honor" haber sido designado para ejercer este papel por el monarca.
"Nunca renunciaría a representar a mi tierra en el Día de Galicia, y mucho menos a poder hacerlo en uno de sus símbolos más indiscutibles: la Catedral de Europa, la Catedral de Santiago de Compostela", ha aseverado.
Y es que, ha argumentado, no sólo "Santiago no sería Santiago sin Santiago", sino porque, a su juicio, en este acto, está "representada la infinidad de peregrinos anónimos" que "con sus diversas motivaciones engrandecieron el significado" de la Catedral y de la ciudad. "Y, de ese modo, también Galicia y España", ha sentenciado.
El presidente gallego ha lanzado este mensaje en un discurso en el que también ha prevenido contra el "cambio que no se apoya en la tradición", con la convicción de que "es un cambio sin memoria, condenado a cometer errores del pasado, un cambio en vilo". También ha remarcado que la tradición que "no acepta el cambio se anquilosa y perece".
También el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en su homilía, en la que ha agradecido la Ofrenda de Feijóo, ha profundizado en que "solo quien se siente peregrino hacia Dios puede ofrecer esperanza y paz a la sociedad" porque "el hombre tiene que progresar sin olvidar el ser hombre".
En su alocución, ha remarcado que el "testimonio" del Apóstol Santiago "motiva a vivir los valores del Evangelio", convencidos de que el cristianismo "favorece la vida espiritual de las personas y de los pueblos, iluminando la dimensión cultural, social económica y política para volver a la verdad del hombre".
"No se trata de una confrontación ética entre un sistema laico y un sistema religioso, sino de una cuestión de sentido al que se confía la propia libertad", ha proclamado monseñor Barrio, para quien "no se puede dar culto a Dios sin velar por el hombre", ya que éste es "el modo de transformar" la sociedad.
Aunque Noriega no ha participado en el acto religioso, sí ha saludado a Feijóo y a las numerosas autoridades que se desplazaron a la capital gallega con motivo del Día de Galicia antes de la Misa, en la Praza do Obradoiro, y después de la Ofrenda, en la habitual recepción del Pazo de Raxoi.
En el Consistorio, Noriega ha dado la bienvenida formal al presidente gallego y al resto de autoridades, mientras que Feijóo ha incidido en su presencia en el "honor" que le supone el papel ejercido como delegado de Felipe VI para "representar" a Galicia y ha recordado que "el logotipo" del Ayuntamiento de Santiago es la Catedral.
Los mensajes velados de Feijóo no han quedado sin respuesta por parte del regidor compostelano, quien ha trasladado, en declaraciones a los medios, que vive el Día de Galicia "ejerciendo la representación institucional que le corresponde" y "cumpliendo con ese rol donde toca cumplir: en la plaza pública y en el Ayuntamiento".
Sobre la proclama del presidente gallego relativa a que "nunca renunciaría" a representar a Galicia y "menos" a hacerlo en la Catedral, Noriega ha contestado que hay "muchas maneras de representar a un país".
"Cada uno tiene su percepción y su cosmovisión; la mía a este nivel es bastante antitética a la del presidente, pero no pasa nada, se puede convivir con posiciones diferentes y hacerlo de manera deportiva", ha defendido.
Precisamente, preguntado acerca de cómo había su saludo a Feijóo este sábado y si éste ha sido su primera toma de contacto desde que accedió a la Alcaldía tras las elecciones municipales del 24 de mayo, Martiño Noriega ha respondido entre risas que "últimamente" ve más al presidente gallego que a su propia pareja.
"Lo digo porque ya coincidí con él en la recepción (de la reunión de directores del Instituto Cervantes) en la que estuvo la reina, en los fuegos y hoy", ha indicado, antes de recordar, además, que el martes de la semana próxima mantendrán su primer reunión institucional.
Por otra parte, sobre si se ha sentido cómodo en el acto del Obradoiro previo a la Ofrenda, que incluye recepción militar y saludo a autoridades, ha replicado que sería "hipócrita" si dijese que el formato del acto le "agrada".
"No me agrada porque creo que representa determinados simbolismos que están superados en la sociedad civil, pero también soy consciente de mi papel institucional y de que la persona que está representa a la Jefatura del Estado; me ajusto a lo que tiene lugar en los espacios públicos", ha subrayado.
Por último, ha admitido sentirse molesto por las críticas que dirigentes como el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien afirmó en la pasada jornada que la ausencia de Noriega en el acto de entrega de las Medallas de Galicia era "clamorosa".
"Estaban la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento y la portavoz del grupo de gobierno. Dos mujeres que representan al gobierno de Santiago, mientras que estábamos haciendo un homenaje a Camilo Díaz Baliño e Isaac Díaz Pardo; creo que alguno busca polémicas estériles e intenta generar disenso donde no lo hay, donde hay normalidad", ha esgrimido.
Dicho esto, y aunque ha afirmado que intenta "marcar una distancia prudencial" con este tipo de actitudes, ha reconocido que en la pasada jornada le "molestaron algunas situaciones". Y es que, a su entender, determinadas críticas suponen "una falta de respeto" a los representantes del gobierno que "estaban allí" e incluso al homenaje del Ayuntamiento a Díaz Baliño y a Díaz Pardo.
Para Noriega, "no todo vale". De hecho, ha advertido de que si el vicepresidente o el portavoz del PP de Santiago, Agustín Hernández, buscan "generar un estado de opinión con pronunciamientos como el de la pasada jornada" se "equivocan" porque "este debate no está en la calle". "Pero a lo mejor es que viven bastante alejados de la calle", ha zanjado.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado la misa oficiada en la Catedral de Santiago este 25 de julio, en la que ha ejercido como delegado regio en la Ofrenda al Apóstol, para reivindicar la monarquía constitucional y apelar a combinar "el cambio con la tradición" para evitar "cometer errores del pasado".
En la tradicional misa del 25 de julio y en un escenario marcado por el desafío soberanista catalán, el también líder del PP gallego ha identificado a España con "una peregrina que ha recorrido en los últimos años la etapa más espléndida de su paso por la historia", en la que los españoles "empezaron a caminar juntos, a hacer cosas juntos y a tomar juntos el timón" de su destino.
"El protagonismo corresponde al pueblo español, inspirado por un Rey, don Juan Carlos I, que supo interpretar el latido de su país", ha proclamado, antes de destacar que el Rey Felipe VI, cuya representación ha ostentado en la Ofrenda, "encarna una tradición que se adecua a los nuevos tiempos" para ejercer en ellos "su liderazgo".
"Juntos queremos seguir para no perder una identidad secular y afrontar mejor las dificultades", ha sentenciado, para subrayar que la España de hoy es "de todos los que trabajaron y trabajan en ella y por ella". "Pertenece a nuestros antepasados y a los que vengan después de nosotros", ha aseverado.
Por ello, ha asegurado que el "reto" es que esa realidad "viva" se mantenga "vigorosa y plural", como "punto de encuentro de los pueblos que la componen": uno de ellos Galicia. "Una Galicia de personalidad abierta, generosa y tolerante que le permite estar en el mundo, y que el mundo sea ella", ha subrayado.
En su alocución, Feijóo también ha prevenido contra el "cambio que no se apoya en la tradición", con la convicción de que "es un cambio sin memoria, condenado a cometer errores del pasado, un cambio en vilo". También ha remarcado que la tradición que "no acepta el cambio se anquilosa y perece".
"La modernidad del Camino es la prueba fehaciente de que es posible encontrar respuestas para el hombre y la mujer de hoy, sin abolir las creaciones del pasado", ha reivindicado el presidente, quien ha defendido que los sacrificios hechos en los últimos años de crisis deben tener su "recompensa" cuando "la recuperación llegue a todos, en especial a los más desfavorecidos y a los jóvenes que lucha por encontrar un lugar donde poner en práctica sus inmensas capacidades".
Tras incidir en el protagonismo anónimo que singulariza el fenómeno jacobeo y en sus valores, ha remarcado que lo mismo que el sentimiento de quienes peregrinan "ha de permanecer vivo también en la conciencia del gobernante".
"El origen y destino de sus facultades se encuentra en la gente alejada de la fama, que cifra el objetivo de su vida en cumplir con su deber, ser honesto, procurar lo mejor para los suyos y servir como es debido en su comunidad", ha aseverado.
Bajo la mirada del presidente gallego, esta idea "no solo obliga a conducir adecuadamente los intereses públicos, sino también a gobernar con el ejemplo". No en vano, ha remarcado que "el poder que las leyes confieren siempre estará incompleto si no va acompañado de la autoridad que procede de la ética pública y privada".
Feijóo ha reivindicado el protagonismo de los peregrinos. "Escucharlos es una garantía de que estamos en el Buen Camino", ha remarcado, antes de recordar a Álvaro Cunqueiro, quien escribió que "a Compostela se acerca uno como quien se acerca al milagro". Todos los gallegos esperamos aquí si siempre para recibir a quien se decida a buscarlo, convencidos de que lo logrará", ha reflexionado.
"Alcanzará aquí tu protección, la misma que yo te pido hoy para todos los gallegos, para todos los españoles y, particularmente, para el Rey Felipe VI, como garante de la España de los pueblos, de las lenguas, de las autonomías, de la democracia constitucional que nos une", ha continuado, en su Ofrenda al Apóstol.
En la misma, también ha pedido en nombre del pueblo gallego al Apóstol por las 79 víctimas del accidente ferroviario que tuvo lugar el 24 de julio de 2013 en el barrio compostelano de Angrois, así como por las familias que "aún les lloran" y para los heridos que "aún están sobreponiéndose a las secuelas".
"La misma Galicia que trató de auxiliarles con una actitud encomiable aquel día nunca les olvidará", ha sentenciado Feijóo en una alocución que ha precedido a la homilía del arzobispo de Santiago, Julián Barrio, quien también ha pedido al Apóstol por quienes perdieron su vida en el siniestro del Alvia, "confiando en que gocen ya de la felicidad eterna".
El arzobispo ha defendido, además, que a la Iglesia, "servidora" de los pobres, no le es "ajeno" el sufrimiento de las familias en dificultades económicas a las que "no se les ofrece un decidido apoyo" ni tampoco de los jóvenes sin trabajo y sin recursos para poder formar una familia o de los adultos que "ya no tienen esperanza de incorporarse a la vida laboral".
Tampoco le es "ajeno" el sufrimiento, ha continuado, de los niños que carecen de un ambiente adecuado para poder desarrollarse, de las mujeres afectadas por la "penuria económica", muchas "víctimas" de la violencia doméstica, y de los hombres y mujeres "del campo y del mar" que se han "empobrecido".
El arzobispo ha llamado a preocuparse "especialmente de los más débiles" y ha proclamado que hace falta "coraje moral para salir de la irresponsabilidad, del escepticismo y de la insolidaridad". "No faltan testimonios valientes y humildes", ha zanjado.
En la Misa del Apóstol han participado destacadas autoridades, además de Feijóo, como todos los miembros del Gobierno gallego; la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, y otros miembros de la Mesa; el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, y otros representantes de la sociedad civil, entre ellos, el valedor do Pobo, José Julio Fernández.
Encabezaron la comitiva en la entrada a la Catedral los portavoces del PP, Agustín Hernández, y del PSOE, Paco Reyes, en la capital gallega, toda vez que el regidor, Martiño Noriega, de Compostela Aberta, ha declinado participar en el acto religioso, de acuerdo con el compromiso de separación de poderes que incorporaba en su programa electoral.
Noriega sí saludó a las autoridades antes de la misa, en la Praza do Obradoiro, y participó también en la recepción posterior del Pazo de Raxoi.
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