Domingo, 07 de marzo de 2021
Comentario al Evangelio del Domingo por Monseñor Jesús Sanz
Cuando la parábola es la misma vida
En los relatos evangélicos aparece Jesús que enseña con obras y palabras. Hay palabras que son toda una obra, porque introducen en la vida una novedad que desbarata la visión alicorta y mezquina con la que tantas veces nos podemos mover. Se trata de una comparación, de una parábola, pero la vida entera cabe dentro de su relato. Este domingo la Iglesia nos proclama uno de los evangelios que Ch. Péguy calificaba como “desvergonzados” porque parece que Dios pierde la vergüenza al mostrarnos su corazón. De maestro a maestro, un letrado va hasta Jesús, no para aprender de Él sino “para ponerlo a prueba”. Un falso interés, vino a desvelar su más crasa ignorancia: “¿quién es mi prójimo?”. Entonces Jesús contará la conmovedora parábola del buen samaritano. Hay un hombre malherido, medio muerto por una paliza bandida. Sobre ese cruel escenario van a ir pasando diferentes personajes poniendo de manifiesto la calidad de su amor, la caridad de su corazón. En este ejemplo de Jesús, se puso bien a las claras hasta qué punto la “ley puede matar”, cómo hay cumplimientos que son sólo torpes evasiones: cumplo y miento. El último personaje ante el escenario común, será un samaritano, alguien que no entiende de leyes, ni de distingos. Se topa con un pobre maltratado y... no sabe más. Alguien que seguramente jamás se había planteado qué había que hacer para heredar la vida eterna, pero que sería el único de los actores que había entendido la Ley. Observemos los verbos empleados: llegó a donde estaba él, lo vio, sintió lástima, se acercó, le vendó las heridas, lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada, lo cuidó, pagó los gastos... ¿No recuerdan estos verbos las actitudes del padre de la parábola del hijo pródigo?: estando todavía lejos, le vio su padre, se conmovió, corrió hacia él, se echó a su cuello, le besó efusivamente e hizo fiesta en su honor. Aquel samaritano fue para su hermano prójimo lo que este padre para su hijo pródigo. Nosotros, conocedores de la revelación de la misericordia que se nos ha manifestado en Jesucristo, podemos correr el riesgo de no entender nada del cristianismo, si al preguntarnos legítimamente sobre qué hacer para heredar el cielo, lo hacemos evadiéndonos de la tierra, del dolor de Dios que Él quiere sufrir en tantos de sus hijos pobres, enfermos, marginados, torturados, expatriados, asesinados, silenciados... Ser cristiano es tener la entraña de Dios, es decir, vivir con misericordia. Ser prójimo, en cristiano, es practicar la misericordia con cada próximo, sea quien sea. Y Jesús añadió, y hoy nos añade a nosotros: anda, haz tú lo mismo. Es lo que cada uno de nosotros debería poder escuchar. + Fr. Jesús Sanz Montes, ofm |
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Columnistas
Primero se trató de la igualdad des géneros, algo que podría considerarse lógico y conveniente tratándose de igualdad de oportunidades, igualdad de emolumentos, etc. pero nunca una pretendida igualdad de sexo, de persona, de individuo, lo que traería consecuentemente, en fin, la anulación de los conceptos varón-hembra, hombre-mujer, caballero-señora y que repercutiría sin duda, en los significados de marido-esposa y padre-madre.
Por Francisco Alonso-Graña del Valle Leer columna
Nos azota una peste anunciada como leve, semejante a un catarro y tal vez con uno o dos muertos. Ya van ochenta mil.
Por Esteban Alú MorteraLeer columna
Uno se sorprenderá ante semejante título, ya que en los últimos tiempos se diría que la mujer no hace más que ganar derechos antes vetados, así como igualdad de trato en todos los sentidos. Me parece, a la vista de lo que recojo a continuación, que la cosa no es tan clara ni tan sencilla como nos la quieren hacer ver.
Por Manuela Fernández JunqueraLeer columna
"Trae de Granada los baúles y de Sevilla las maletas". Esta frase, escrita así como parte de un texto dictado en el examen de aquella "nuestra" Reválida, podría acarrear un suspenso en la materia de Lengua Española.
Por Manuel Alonso TrevicortovLeer columna
Repetidamente y me temo que con pesadez, me he preguntado desde este mismo medio, hasta dónde podría llegar nuestra capacidad de asombro (o poder zaumásico como leíamos en un manual de filosofía de D. Adolfo Muñoz Alonso), ante las ocurrencias y determinaciones con que cada día la ponen a prueba nuestros actuales políticos.
Por Francisco Alonso-Graña del Valle Leer columna
Los pilares que sustentan la construcción de nuestro Estado-Nación, están erosionados y corren el peligro de venirse abajo
Por Juan J. RubioLeer columna
Se preguntarán los lectores qué relación puede haber entre los dos nombres y apellidos del título que antecede a lo que he de contestar que no mucha ni directa; simplemente se trata de poner un titular algo llamativo y coger por los pelos el tema que pretendo abordar.
Por Francisco Alonso-Graña del Valle Leer columna
Así es: si teorema es "una proposición demostrable lógicamente partiendo de axiomas, postulados u otras proposiciones ya demostradas", doña Ione Belarra Urteaga, secretaria de Estado para la Agencia del 2030, nos ha formulado uno de ellos recientemente, dejándonos pasmados, boquiabiertos, patidifusos y también ¡cómo no! pasmadas, boquiabiertas y patidifusas, en una extraordinaria manifestación de sus conocimientos en materias tan diversas que a nadie se le ocurriría relacionarlas entre sí en el caso que nos ocupa.
Por Francisco Alonso-Graña del Valle Leer columna
Se hicieron públicos hace unas semanas los datos demográficos definitivos de 2019: más terroríficos que nunca, tan desatendidos como siempre. Ofrecen la imagen de un país en rápido despeñamiento hacia el suicidio poblacional. Publicado en La Gaceta de la Iberosfera
Por Francisco J Contreras Leer columna
A la sombra de la pandemia se van recortando los logros conseguidos en ochenta años.
Por Francisco Alonso-Graña del Valle Leer columna
Los Magos buscaban la Verdad y para encontrarla se embarcan en un largo e incierto viaje Publicado en el Diario de Sevilla
Por Rafael Sánchez SausLeer columna