Sabado, 23 de noviembre de 2024
Una sospecha y algo más
Sobre la evolución
Darwin pensó que la evolución transcurría a través de una lucha en la que sobrevivían los más aptos. Implícitamente suponía que los más aptos surgían al azar.
La teoría así expuesta se aleja bastante del patrón que siguen las teorías científicas que rigen el mundo físico-químico en, al menos, dos puntos: la falta de un aparato matemático que la sustente y en su alarmante incapacidad para hacer alguna predicción de futuro.
Con el tiempo se ha visto que Darwin había subestimado la cooperación entre las especies y de otro lado, se han ido descubriendo pautas y regularidades que se han mantenido a lo largo de la evolución. Un ejemplo de cooperación sería la existencia de la mitocondria, el único orgánulo de nuestras células capaz de procesar el oxígeno y que cuenta con ADN propio. Respecto a las regularidades observadas un ejemplo sería que el número de tipos de proteínas encontradas es sorprendentemente reducido, muy inferior al número de combinaciones posibles a partir de los aminoácidos conocidos. (Otros descubrimientos pueden encontrarse en la Teoría evolutiva del desarrollo). Obviamente la existencia de dichas pautas permite afirmar que no todo es azar en la evolución.
El que Darwin errara en parte en sus hipótesis es, a decir verdad, muy humano. Tampoco la Teoría de la gravitación de Newton es capaz de describir un sistema de mas de dos cuerpos como el sistema solar. No deja de llamar la atención, sin embargo, que mientras las leyes de Newton transpiran una atmósfera optimista, la visión de Darwin de la Naturaleza no puede ser más pesimista. De ahí que surja la sospecha de que la cosmovisión del científico juegue un papel importante, incluso determinante, en la elaboración de sus teorías.
Ahora bien, tales cosmovisiones tienen unas consecuencias prácticas más allá del pensamiento científico. Por ejemplo, Karl Marx se inspiró en las hipótesis de Darwin para formular científicamente su lucha de clases. Las innumerables víctimas de la lucha de clases a lo largo del siglo XX no son, por supuesto, achacables a Darwin, pero es lícito especular sobre cómo hubiese sido el marxismo si Darwin hubiese supuesto que la cooperación también juega un papel importante en la evolución.
Lo que no cabe ninguna duda es que el optimismo de Newton (y su confianza en encontrar las leyes que rigen el Universo) estaban basadas en una visión cristiana de la Naturaleza, visión que Darwin, por lo que fuera, no tenía.
Comentarios
Por Sun Tzu 2012-05-06 16:02:00
Si Marx se inspiró en Darwin, entiendo ahora muchas cosas. La teoría del evolucionismo no puede ser más errónea anatómicamente hablando. Pero si es cierto que algunos, parecen amebas, por eso de que parecen ser unineuronales.
Por Visor 2012-05-06 14:14:00
El marxismo recibió un serio varapalo en su esencia con los descubrimientos del s. XX, sobre todo de los principios de indeterminación científica. Lo de Darwin, cada día más controvertido si bien no existe una teoría alternativa como no sea el creacionismo o el darwinismo mitigado. Yo soy profundamente creyente: tanto en lo que el universo fue creado por Dios, con el Big-Bang o sin él. Y también el hombre, por supuesto. Los ateos creen que no hay Dios.
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