Sabado, 23 de noviembre de 2024
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna
Hace unos días, leía la noticia en un digital: en una iglesia de Venezuela, unos desalmados entraban de madrugada, destruían el Sagrario, arrojaban las Hostias al suelo y defecaban sobre ellas. Al parecer, los hechos se produjeron en pasado domingo, 9 de marzo.
Ni relativismo laicista ni fanatismo intransigente
Nuestro articulista víctima de esas mentiras y maldicencias que ha condenado con toda energía el Papa, ha engrosado las terribles listas del desempleo, su único delito: intentar ser consecuente con la Verdad. Hoy, las personas que defienden la dignidad del hombre y quieren seguir el camino de la Verdad, son atacados, calumniados y perseguidos, y no precisamente por los laicistas. No es nuestro columnista el único que está "bajo fuego amigo", otros por defender la libertad religiosa y el derecho a recibir los santos sacramentos por los más débiles son víctimas de persecuciones judiciales.
Pero, “aunque todos los súbditos en los dominios del rey le obedezcan, apostatando de la religión de sus padres, y aunque prefieran cumplir sus órdenes, yo, mis hijos y mis parientes viviremos según la alianza de nuestros padres. El cielo nos libre de abandonar la ley y nuestras costumbres. No obedeceremos las órdenes del rey, desviándonos de nuestra religión a derecha ni a izquierda”
¿A quién vamos a evangelizar así?
Desgraciadamente, hay algunas comunidades cristianas corrompidas por el odio, las divisiones, las calumnias, las difamaciones, las venganzas, los celos, los deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa; y hasta persecuciones que parecen implacables cazas de brujas. “¿A quién vamos a evangelizar con estos comportamientos?”, se pregunta el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium (párrafo 100).
Cuando la espiritualidad se pliega al materialismo "renuncia a lo más excelso de su esencia (el heroísmo y el martirio), en aras de bienes materiales, males menores", bienes posibles, en suma ciudadanos políticamente correctos a los que arrastran al decadente balanceo de los grandes partidos que se turnan en el poder, que lo mismo sirven para saquear las arcas públicas, vender nuestra soberanía y romper nuestra España que para ejecutar siniestros y oscuros pactos con terroristas, pero olvidan dos cosas : hoy, el rugido atronador de los españoles, el altavor de la voz eterna de nuestra Patria, mañana el atronador sonido de los infantes españoles marchando a la voz de España
La hermana Carmen, la “monxa” de Gobiendes
A los pies del Sueve, asomándose al mar desde su apacible y grandiosa atalaya, se alza Santiago de Gobiendes. Ya en el siglo X tenemos constancia de la existencia del Monasterio de Santiago de Gobiendes en el Libro de los Testamentos de la Catedral de Oviedo. Se trata de una iglesia humilde; sobria pero recia; sencilla y hermosa como la fe que abraza entre sus columnas de piedra. Santiago de Gobiendes mira hacia el Este – “ad orientem” –, custodiada al Sur por los montes del Sueve; y, al Norte, por el Mar Cantábrico, bravío y varonil, que se devana por destruir los acantilados con una ofensiva incesante de olas que estrellan furiosas su ira de espumas blancas contra las rocas.
Pero hay un segundo frente de enemigos quintacolumnistas que es todavía más peligroso. Este segundo grupo es más sutil. Muchos de sus integrantes son de misa diaria: gente conservadora, personas de orden de toda la vida. Yo los denominaría católicos “peperos”. A ellos les gusta denominarse “demócratas cristianos”, aunque al fin y a la postre, ni lo uno ni lo otro. Muchos de ellos son nostálgicos de la transición, donde se sintieron protagonista del cambio político en España. Son muy tolerante y abiertos a todas las sensibilidades, siempre y cuando esa sensibilidad coincida con la suya.
"La "ciudad del hombre" no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes, sino, antes y más aún, con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión. La caridad manifiesta siempre el amor de Dios también en las relaciones humanas, otorgando valor teologal y salvifíco a todo compromiso por la justicia en el mundo" Benedicto XVI
Un católico no puede hacer apaños y militar en organizaciones que defienden el aborto, que comprenden y aceptan el divorcio y que prodigan toda clase de políticas inmorales. Benedicto XVI lo dejó muy claro cuando formuló los “principios no negociables”: defensa de la vida, de la familia, de la libertad de educación y búsqueda del bien común. Esas son las líneas rojas para un católico en la vida pública por pura coherencia eucarística. Y no hay peros ni posibilismos ni medias tintas que valgan al respecto. O se está con Dios o con el mundo.
España muere porque ha renunciado a su alma. España nace para defender la cruz frente al Islam invasor y para extender la fe en el Resucitado por todo el mundo. España fue grande mientras nuestros misioneros llevaban el bautismo al Nuevo Mundo recién descubierto y mientras defendimos nuestra fe, nuestra Iglesia y a nuestro Papa frente a los herejes luteranos y calvinistas. España nació bajo el signo de la Cruz de Cristo y a los pies de Nuestra Madre Santísima, la Virgen María. Tierra de místicos y santos, nuestra misión en la Historia ha sido siempre buscar la mayor gloria de Dios anunciando el Evangelio de Jesucristo, en comunión con la Santa Madre Iglesia y con el Sucesor de Pedro. ¿Habrá mayor felicidad y mayor grandeza que ser siervos de Nuestro Señor?