Martes, 23 de abril de 2024
Columnistas
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna
No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes.
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores
Por Editorial Leer columna
A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?.
Por José Luis LafuenteLeer columna
Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.
Por Francisco J Contreras Leer columna
En Asturias, la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia en sentencia 620/2023, de 29 de mayo, dictada en el recurso PO 791/2022, ha estimado el recurso formulado por el Arzobispado de Oviedo impugnando el Decreto 60/2022, de 30 de agosto.
Por José Luis LafuenteLeer columna
Visto el título del presente artículo y siguiendo con el uso la jerga que solemos emplear cuando se trata de ciclismo si este escrito fuese una crónica de alguna etapa de ese deporte, deberíamos intentar analizar ahora la causa principal por la que creemos que la aspirante española a ganar una etapa en la que parecía bien situada, fracasó finalmente.
Hubo unos tiempos, cuya fecha no voy a concretar porque voy a citarlos como posible ejemplo y eso está prohibido, en que uno de los títulos que se adjudicaban a nuestra España, era: UNA ¡Qué tiempos! diría yo ahora simplemente, para no correr el peligro de poner a la palabra un adjetivo.
De forma inesperada, llegó un día en que simplemente por culpa de un bicho microscópico pero de una enorme agresividad y virulencia, el mundo se puso patas arriba, valga la expresión, y todos los gobiernos se vieron en la insoslayable y primordial necesidad de hacer frente a la amenaza que, en forma de pandemia, amenazaba y estaba logrando, convertir en catastrófica toda estructura social y económica de cualquier país.
En España sobramos los mayores
Pues sí, es en serio: hoy día, gracias a esta forma de gobierno que llaman democracia, el ocupar un puesto en la política, sea cual sea, infunde una gracia infusa que convierte a esos afortunados en licenciados, doctores, especialistas, etc. de todas las ciencias y saberes del mundo entero.
Vergonzoso, ruin y denigrante aunque era de esperar dada la calaña de los personajes que ya sospechábamos, iban a aprovechar esta desgracia, este mal pandémico que está costando vidas humanas y que ya ha causado una hecatombe económica. y social, para extraer de él sus réditos o intereses particulares.
Nueva experiencias: Sano, descansado, sin más achaques que los habituales de mi ya vetusta edad y con ganas de ver (¡ah, ese morbo que más o menos llevamos latente!) el nuevo ambiente callejero propiciado por las actuales circunstancias "pandémicas", pienso en las medidas aconsejadas y dictadas por quienes tienen poder para ello y, sometiéndome a lo exigido, me pongo en el papel del ciudadano ejemplar, dejo que mi mujer salga a la calle por ineludibles deberes, le recuerdo una vez más las normas que nos repiten con necesaria reiteración desde todos los puntos y, aunque a última hora estoy a punto de acompañarla, renuncio y decido seguir mi enclaustramiento voluntario que ya se prolonga desde el pasado fin de semana.
Creatividad, glándulas mamarias femeninas y croquetas
Lo sutil y delicado en todos los aspectos era hasta ahora, si no exclusivo y privativo de la mujer, al menos sí frecuente y algo, en cierto modo, personal y propio.
Variaciones sobre el caso Delcy y otras divagaciones
Aunque, dada nuestra situación política actual, se puede uno encontrar ya casi sin sobresaltos y a diario con casos y cosas que en otro tiempo serían sorprendentes e increíbles, nunca llegamos a sospechar que alcanzaríamos los niveles que estamos consiguiendo y que, insistimos machaconamente, seguro que día tras día superaremos ampliamente con toda seguridad.
Más de una vez, desde estas mismas líneas, comentaba yo, pobre ciudadano de esta empobrecida España, los disparates, contradicciones, mentiras y otras plagas que posiblemente íbamos a sufrir, dada la altura y categoría tanto intelectual como académica de los encargados de conducir nuestros destinos, tras el rocambolesco, tramposo y mendaz proceso que culminó con el aterrizaje en el poder de un director digno de tales conductores.
Alí Babá y las cuarenta maletas
El cuarenta, o treinta y nueve más una por si es gafe, está siendo el número mágico de este tenebroso más que oscuro asunto en que se ha convertido la "inocente" visita de una persona nada bien vista por la justicia europea y no recibida por la misma precisamente con los brazos abiertos si tuviese la "ocurrencia" de pisar esta continental y vetusta tierra.